Un lugar para vivir

Los animales domésticos que son abandonados por sus dueños tienen en Torremolinos un sitio donde vivir. El Parque Animal de la localidad, situado en la zona del Pinar de los Manantiales, acoge cada año varios cientos de ejemplares, principalmente perros y gatos. De ellos, alrededor de cien son adoptados cada mes por familias de distinta procedencia, que pagando las costas de su vacunación y el "microchip" reglamentario -unos 40 euros- pueden disfrutar de la compañía de un animal.

La presidenta del colectivo, Carmen Marín, explica que los meses de verano son "los más fuertes" en lo que a abandonos se refiere. "En junio, julio y agosto hemos llegado a recibir más de diez animales cada día", sostiene, para a continuación añadir que la temporada navideña que se avecina es "la más buena" para las adopciones.

Por su dilatada experiencia en el mundo de los animales de compañía, Marín conoce bien las conductas de las familias en relación a las mascotas. "Suelen encapricharse mucho al principio, cuando el animal es pequeño, pero luego, cuando se hace grande ya no saben qué hacer con él", señala.

A pesar de todo, Marín reconoce que existe una mayor conciencia hacia los animales: "Ya no se abandonan tanto en la calle, sino que la gente nos los trae aquí". En cualquier caso, Marín estima que "todavía queda un largo camino por recorrer en el reconocimiento de los derechos de las mascotas". Del total de animales que les llegan, en torno al 10 por ciento son especies protegidas, como aves, tortugas o iguanas.

En el Parque Animal de Torremolinos, en marcha desde 2001, trabajan una decena de personas, que realizan su labor de manera voluntaria. No obstante, el Ayuntamiento de Torremolinos, además de cederle la parcela donde trabajan, destina cada año 21.600 euros para su normal funcionamiento.