Agaponis
Las alas deben ser recortadas para llevar a cabo el proceso de domesticación. Ello hará las cosas más fáciles tanto para nosotros como para nuestro pájaro.
Si queremos un inseparable muy dócil y afectuoso, lo mejor es adquirir un ejemplar joven criado manualmente. Uno de más edad será mucho más difícil de adiestrar. Unas cuantas cosas que necesitaremos para comenzar, son una percha de madera de unos
Es importante, antes de iniciar la domesticación, que el pájaro haya tenido tiempo de adaptarse a su nuevo entorno. Démosle una o dos semanas para tal fin.
Manteniendo sesiones de domesticación diarias, no transcurrirá mucho tiempo antes de que el pájaro permita que lo acariciemos e incluso que le enseñemos algunos juegos.
Si se utiliza un espacio reducido, el pájaro no podrá alejarse mucho de nosotros en el caso de que huya. De hecho, pronto se acostumbrará a tenernos muy próximos. A continuación tomaremos la percha en nuestras manos y la colocaremos frente al pájaro apoyándola ligeramente en su pecho para incitarlo a que se suba en ella. Probablemente intentará huir volando pero si se le ha recortado las alas, no podrá ir muy lejos. Evitemos perseguirlo con la percha en la mano ya que puede asustarse y lesionarse. Esperemos hasta que se haya tranquilizado y repitamos de nuevo el proceso. Solamente deberemos seguir con esta labor durante unos quince minutos y tomarnos después un descanso; con ello nos resituaremos de nuevo. Podemos llevar a cabo unas cuantas sesiones al día pero al principio no conviene que excedamos una hora entre todas.
Recordemos que no debemos sentirnos frustrados, que debemos mantener la calma y que es preciso que utilicemos un tono suave y tranquilizador al hablar con nuestro nuevo compañero.
Cuando el pájaro se encuentre posado sobre la percha, levantemos lentamente la mano hasta llegar a la altura de su pecho y presionémoslo ligeramente de modo que se vea obligado a subir a nuestra mano.
Tan pronto como nuestro pájaro haya decidido posarse voluntariamente sobre nuestra mano, habremos ganado su confianza y con ello los ulteriores procesos de domesticación resultarán más fáciles.
Con tiempo y paciencia nuestro pájaro gozará posándose sobre nuestra mano o en nuestro hombro. Esto le concede más libertad. Ahora ya podemos sacarlo de la jaula para que juegue un poco con nosotros o para hacernos compañía mientras deambulamos por la casa.
http://es.youtube.com/watch?v=iduD1Su39jI


No hay comentarios:
Publicar un comentario